"La siesta como fuga del sistema, como cesura y escape de las exigencias del mundo exterior. La siesta como refugio de la luz, el ruido y la actualidad. La siesta como so(m)bra. Como resto y oscuridad. La siesta como disidencia. La siesta, en fin, como tiempo propio conquistado."
Miguel Ángel Hernández, escritor y profesor de Historia del Arte de la Universidad de Murcia.
Nada invita a la siesta como el sopor de la canícula. El profesor Hernández la reivindica como rebeldía frente al tiempo monetarizado. La idea es interesante y al mismo tiempo inquietante. Interesante la rebeldía frente a la productividad pautada que se adueña de nuestro tiempo hasta desposeernos de él. Inquietante porque el modo de sustraerse al capitalismo omnipresente haya de ser a través del sueño, de la inconsciencia. Si estás lúcido la productividad te apresa, si suspendes la consciencia te liberas. Ruido y furia de la laboriosidad consciente o niebla del sueño como liberación. Un dilema.
La opinión de Murcia, 7 de agosto de 2021.
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