Que todo un banquero como Goirigolzarri, curtido en mil batallas financieras, dedique los mediodías de los lunes, según confesión propia, al estudio de la filosofía con un profesor emérito debería hacer reflexionar -filosofar-. Me gustaría que entre esos problemas que la filosofía le ayuda a estructurar estuvieran los asuntos referentes a la ética. Porque la banca española no anda sobrada de rectitud moral. Las cláusulas ilegales contenidas en hipotecas, los desahucios inclementes y las campañas de espionaje presuntamente promovidas por algún dirigente de altos vuelos aconsejan una pasadita por Kant, Spinoza y otros maestros de la reflexión moral.

La opinión de Murcia, 13 de agosto de 2021.