La Feria Bonica

Desde el viernes 3 hasta el domingo 12 de octubre se desarrolla en Murcia la Feria ‘Bonica’ del Libro. 78 casetas albergan una ingente cantidad de libros al alcance de todos los visitantes del evento situado en el Paseo de Alfonso X El Sabio. Un sinfín de actividades y un nutridísimo elenco de autores dispuestos a firmar ejemplares de sus obras y a departir con sus lectores completan la Feria, capitaneada año tras año por un incansable Jesús Boluda del Toro.

¿Tiene sentido una oferta semejante, centrada en el libro como gran protagonista, en los tiempos que corren? Hace poco que una tal María Pombo, poniendo en tela de juicio la superioridad de los lectores respecto a los que no tienen ese hábito, ha hecho correr ríos de tinta de los defensores de la lectura, lo que muestra algo muy interesante, y es hasta qué punto los que nos dedicamos al oficio de escribir nos sentimos frágiles y sobreactuamos cuando creemos que nos arrebatan la clientela.

Es indudable que hay una cierta decadencia del hábito lector. Un estudio reciente publicado en la revista científica iScience concluye que la población que lee libros por placer en Estados Unidos viene cayendo un 3% anual entre 2003 y 2023. No sabemos si en España el ritmo de esa pérdida es tan elevado porque carecemos de un estudio riguroso similar al de la revista estadounidense. Pero las pantallas son desde luego una dura competencia. Hubo un tiempo en que la única narración culturalmente presente era la escrita. La aparición del cine supuso un nuevo modo de contar historias o de narrar. Más que integrista de la narración escrita, me considero un aficionado simbiótico o, si lo prefieren, sincrético. Es decir, leo cuanto puedo, pero también disfruto del buen cine e incluso de buenas series de televisión. Pero reivindico la narración escrita y la lectura porque permite acercarnos mejor a la profundidad insondable de lo humano. Además, la lectura exige un determinado tipo de atención al poner en marcha elementos del psiquismo humano, como la imaginación, que la pantalla bloquea porque ya nos da con la imagen la representación de lo que se narra. Eso hace más pasivo al receptor. Numerosos estudios avalan que quien crece leyendo organiza mejor su intelecto y desarrolla un pensamiento más complejo. No sé si esto es preferible. Hace años lo habría defendido con convicción, pero con la edad las convicciones juveniles dejan su lugar a las dudas razonables y a la cautela. Pero en todo caso, y con todas las cautelas, yo prefiero y reivindico la lectura.

Pero no lo hago desde la perspectiva del beneficio. Cuando no buscamos nada, ninguna ganancia, es cuando más podemos encontrar. En mi opinión, siempre conviene acercarse a un libro con un noble propósito: entretenerse. La pura distracción —la esencia del ocio— es lo más des-interesado que podemos hacer. Entretenerse para “pasar un buen rato” es, pienso yo, lo contrario de “matar el tiempo”. Sólo así, gozando de los libros, se puede crecer. Por paradójico que parezca, solo se gana cuando no se busca ninguna ganancia. El placer de la lectura tiene que ser un ocio pleno entendido como lo contrario del productivismo que hoy parece colonizar todo nuestro tiempo. Bienvenida sea, pues, esta Feria del Libro de Murcia y animo a todo aquel que quiera pasar un buen rato a pasearse por allí, a que charle con los autores y se lleve algún ejemplar bajo el brazo. Y si han leído hasta aquí y me encuentran por la Feria, díganme por favor qué les ha parecido este artículo.

Artículo aparecido en:
La Opinión de Murcia

Fecha publicación:
05/10/2025


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